El corazón
Y, cuando dibujó un corazón en mi pubis rasurado, no me pude emocionar más: me abrí a él como una adolescente, y dejé que me besase, chupase, lamiese... todo el tiempo que quiso, incluso después de avisarle y tener el orgasmo...
Fantasías sexuales sanas variadas. Pueden ser factibles y ponerse en práctica en la vida real.