Fantasías saludables sexuales positivas. Blog sin ánimo de lucro

El calor del verano, en el momento adecuado, el ingrediente pasional estrella. Preservativo, si es necesario, y algo de música o televisión, si apetece. O no hace falta. Una sala para una pareja, si son dos, una insinuación y acorde previos, conveniente, y juegos placenteros, básicos o creativos placenteros. Aquí, sí, sí te puedes dejar llevar, si sólo se va a sentir placer...

Y qué fácil era en los 2000, cuando había menos importancia por la vida social, menos cámaras y más independencia, el poder ir con tu pareja y poder hacer lo que quisieses en cualquier momento, como besarte en un parque, en un portal, follar en un descampado o en un lugar público, y que nadie dijese nada. Ahora, todos los miran, observan, sentencian y hasta multan, por no ser políticamente legales o por la imagen, ahogando su deseo en comidas o alcohol, en vez de reservarse para un "más tarde..."

Esto de que Fernando del instituto siga apareciendo mucho en mis fantasías sexuales no sé yo sí no va a ser no,l, quizás es a lo mejor igual de agradable en la vida real... Aunque si no está casado seguro que hay mucha competencia...

Y en vez de ver al chico rebelde que ya no voy a aceptar, esta noche, puntualmente, ha sido el hombre que me ha abrazado y besado el cuello y los lóbulos, mientras, de lado, susurrando jadeos, jugaba a penetrarme sin llegar a entrar, extasiándome y llevándome al clímax solo con su roce.

Era divertido hacer el perrito, pero más cuando hacía el perrito contigo delante o debajo y tú me acariciabas y besabas mientras yo te lamía dulcemente.

A veces tenemos momentos en los que no estamos bien y no tenemos ni apetito sexual, ni sentimos placer ni orgasmos por muchos motivos. Pero se trata, y se puede recuperar, y fantasear con lo que te gusta es un remedio casi medicinal. Lo cual, si en algún momento vuelves a la fantasía saludable que en un momento no te excita y normalmente sí, inténtalo cuando vuelvas a sentirte bien. Seguro que resulta.