Bajando la bragueta
Bajando la bragueta se dio cuenta de la maravilla que iba a obtener una vez terminada la tarea, ya que bajo esos pantalones y slips se hallaba el miembro más dulce que había probado, siempre limpio, sano y dispuesto para jugar con ella, con su boca, su sexo o de la forma que desease, como una recompensa a su reencontrado placer pasional desempolvado tras años de ardua castidad al no ser tan fácil de conquistar ni complacer ni excitar ni avivar...
Comentarios
Publicar un comentario