Como yo

Y, tras ver tantos adictos sexuales, dependientes del sexo y de la exploración sexual de cualquier cuerpo, de uso y reuso del sexo como intercambio y necesidad imperiosa en puestos de trabajo como si fuese agua o aire, daba gusto encontrar no asexuales, sino personas que, siendo sexuales, no eran ni tan promiscuas ni abiertas a todo ni todos, y, como yo, encontrar a un hombre que no estuviese ni tan relamido, usado, explorado, investigado, probado, testado....y tuviese sus preferencias heterosexuales reales y, a la vez, supiese adaptarse a una realidad diaria, laboral y privada, que no todos hacen, con sexo diario incluido, y no como esas aventuras tan fogosas puntuales que sólo duran medio telediario...