Fantasías saludables sexuales positivas. Blog sin ánimo de lucro

El club era una casa reformada que se dividía en dos partes: una para gente sin infecciones sexuales, y otra para afectados. En cada parte había varias salas de baile, baños y bares. Música diversa, de diferente estilo, desde la sala de blues hasta la de tecno, la de pop y otra con canciones de rock. Y, al menos una vez al mes, fiestas en la casa de sexo libre, cada invitado/a, en su parte correspondiente...

Y allí, en las fiestas del pueblo, como acordamos tras el fin de nuestro romance, mientras tu mujer bailaba con sus amigos y mi marido conversaba bebiendo en la terraza del bar con los vecinos, nos reencontrábamos en los bosques cercanos para revivir nuestro apasionado amor juvenil sexual, apoyados en aquellos árboles o tumbados desnudos, follando como salvajes animales con orgasmos sentidos sin que nadie nos viese, volviendo a la hora justa programada por el reloj del movil con nuestras parejas, cada año, durante sólo esos días de verano, y que seguramente ellos sabían y no decían nada.

A veces, hacerte fotos divertidas en biquini o lencería, o de productos de erotismo o sex shop (de adulto) no es sólo sentirse sexy, sino una experiencia de sentirte deseada. Y si las publicaban en catálogos, revistas especialistas o eres la modelo del cartel, del bus o del edificio, sí, te hacía subir el autoestima. Y si eres el objeto de deseo de hombres o mujeres de tu interés, también. No eres más ni menos que nadie, pero es interesante y, no lo neguemos, en alguna parte, sexualmente positivo. * Pero no es la finalidad ser el objeto sexual de violadores, ni a veces, del porno, ni de prostitución, ni debería, ser modelo de biquini, lencería, sex shops o similares...

Aunque no a todos nos gusta experimentarlo es una experiencia que a muchos les gusta disfrutar. Y a veces, compartir orgasmos, con protección y siempre con consentimientos debidos, es mejor que brindar con demasiados cubatas o comer excesivamente...

Porque me sentía bien cuando me besaba y me abrazaba, me adoraba con su boca y con sus manos, me llevaba a los orgasmos... Y no era como aquellos que sólo me querían  hacer sentir maltrato, violencia, tirarme pedos, hacerme sólo comer su polla y glúteos, y hasta usarme de baño...

Porque a veces me imagino viajando contigo por todo el mundo, follando en todas las ciudades, playas, hoteles y bares donde quisiésemos, sin miedo a que supiesen que estamos juntos.