A veces, hacerte fotos divertidas en biquini o lencería, o de productos de erotismo o sex shop (de adulto) no es sólo sentirse sexy, sino una experiencia de sentirte deseada. Y si las publicaban en catálogos, revistas especialistas o eres la modelo del cartel, del bus o del edificio, sí, te hacía subir el autoestima. Y si eres el objeto de deseo de hombres o mujeres de tu interés, también. No eres más ni menos que nadie, pero es interesante y, no lo neguemos, en alguna parte, sexualmente positivo. * Pero no es la finalidad ser el objeto sexual de violadores, ni a veces, del porno, ni de prostitución, ni debería, ser modelo de biquini, lencería, sex shops o similares...
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