La exclusividad de él

Y cuando por fin volví a conocer a un hombre atractivo, elegante, refinado y que no me trataba como una ramera, una niñata u hombre, y que, además de rosas, cines y viajes, me hacía el amor y no el puro desahogo sexual, me sentí sumamente realizada.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Escucha

Posado sexy