El aroma
Era el aroma preparado en el baño, mientras estaba cayendo el agua, del jabón que usaba. No era frutal, no era exótico, era dulce, recordando la dulzura, y abriendo apetito para comer a la pareja. Era la tranquilidad de la higiene, los juegos en el agua, el tiempo a solas, la confianza corporal entre ambos. Era el calor del verano que permite la desnudez, la hora juntos, la novedad del agua, la excitación pulcra en remojo... Era hora de bañarse y juntos, siempre era, un placer.